El presidente estadounidense, Donald Trump, develó finalmente este martes, 28 de enero, su tan esperado plan de paz para Medio Oriente con el que espera poner fin al conflicto palestino-israelí. El gobierno de Israel ha calificado este documento como “histórico”, mientras que del lado palestino ha llegado un fuerte rechazo a la propuesta, por lo que se prevén grandes dificultades para su implementación.

El plan de Trump incluye el redibujo del mapa de Cisjordania y Jerusalén. La propuesta del mandatario es que la capital palestina sea en partes del Este de Jerusalén además de una duplicación de su territorio, pero esto no convence a los palestinos. Del lado de Israel, Estados Unidos reconocerá la soberanía israelí en bloques de Cisjordania, así como se congelará cuatro años la actividad de asentamiento de Israel. En pocas palabras, la propuesta estadounidense, denominada «el acuerdo del siglo» por el mandatario, prevé una solución en la que se formen dos Estados: uno israelí y uno palestino, con la capital en Jerusalén. Estas medidas estarán acompañadas de un plan económico de US$ 50.000 en inversiones para fomentar la prosperidad en la zona.

“Hace muchos, muchos años, decenios y siglos, que buscamos la paz en Oriente Próximo. Y esta es una oportunidad. Es lo más cerca que hemos estado nunca de un acuerdo”, añadió el republicano”, ha enfatizado el mandatario.

Tras más de dos años de discreto trabajo y muchos reportes de prensa, Trump presentó su programa acompañado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien recibió el lunes en la Oficina Oval, pero no contó con la compañía de representantes palestinos. El espinoso objetivo de formular una propuesta susceptible de convertirse en el “acuerdo final” entre israelíes y palestinos fue confiado por el mandatario estadounidense a su yerno y consejero Jared Kushner en 2017, para buscar anotarse una victoria en un terreno donde todos sus antecesores han fallado.

Según altos responsables palestinos, el presidente Mahmud Abas ha rechazado en los últimos meses las ofertas de diálogo del mandatario estadounidense y considera su propuesta de paz como “ya muerta”, porque Trump reconoce Jerusalén únicamente como capital de Israel, así como la anexión de colonias israelíes construidas en tierra palestina.

También el primer ministro palestino, Mohamad Shtayeh, llamó por adelantado a la comunidad mundial a boicotear el proyecto, que según él es contrario al derecho internacional y busca sobre todo proteger a «Trump de la destitución» y a «Netanyahu de la prisión», en medio de los procesos activos contra ambos mandatarios.

Incluso el movimiento islamista palestino Hamás, enfrentado desde hace años al Fatah de Abas, participará en una reunión de «emergencia» de la dirigencia palestina organizada el martes por la tarde en Ramala con motivo de la publicación del plan de Trump.

Fatah y Hamás están enfrentados desde hace más de una década, cuando el movimiento islamista tomó las riendas de la franja de Gaza, tras ganar unas elecciones legislativas. Pero ambos se oponen a la mediación del actual gobierno estadounidense.

De su lado, el ejército israelí anunció este martes que reforzó su presencia en el valle del Jordán, zona estratégica de Cisjordania, ocupada por Israel, horas antes del anuncio de Trump. Medios israelíes han sugerido que la propuesta puede incluir la anexión de los territorios ocupados por Israel en esta zona.

«Hoy, Israel da un gran paso hacia la paz», dijo Trump en la Casa Blanca, junto al primer ministro Benjamin Netanyahu, al revelar detalles del plan ya rechazado enfáticamente por los palestinos. Al llamar su propuesta una «oportunidad histórica» para que los palestinos logren un estado independiente, Trump agregó, esta podría ser la última oportunidad que tendrán. «Los palestinos están en la pobreza y la violencia, explotados por aquellos que buscan usarlos como peones para promover el terrorismo y el extremismo. Se merecen una vida mucho mejor», dijo Trump.

Trump reafirmó que “podría tener una oportunidad” para promover la paz, mostrando un optimismo a toda prueba, a pesar del rotundo “no” que ha recibido de la Autoridad Palestina, que considera que Washington carece de la credibilidad necesaria para hacer de mediador tras tomar una serie de decisiones favorables a Israel. Este documento se publica justo cuando el mandatario estadounidense afronta un momento complicado en la política local, pues su equipo legal continúa batallando con los demócratas en el juicio político por el que piden su destitución. Netanyahu, por otro lado, también tiene un panorama complicado, pues en un mes afronta de nuevo unas nuevas elecciones en Israel, en medio de su inculpación por corrupción.

hay algunos factores que anticipan problemas para el acuerdo del presidente estadounidense, uno de los principales es que una de las partes condena el pacto de entrada.

Nabil Abu Rudaineh, vocero de la oficina del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, dijo que este pacto “causará una explosión. Ningún palestino puede aceptar esta peligrosa conspiración”. El mismo Trump ha reconocido el descontento entre los palestinos. “Estoy seguro de que pueden reaccionar negativamente al principio, pero en realidad es muy positivo para ellos”, apuntó el presidente estadounidense.

“Como parte de su campaña equivocada para ser considerado para un Premio Nobel de la Paz, el presidente Trump está avanzando con un plan desarrollado por su yerno para poner fin al conflicto israelí-palestino. El jueves, la administración dio un paso importante hacia la entrega de la propuesta demorada de Jared Kushner, cuando el vicepresidente Mike Pence anunció una invitación al primer ministro Benjamin Netanyahu para reunirse en Washington la próxima semana. También se invitó a la oposición, pero no es la opción obvia para la cumbre. En lugar de incluir al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en una charla para determinar un acuerdo entre Israel y Palestina, Pence extendió la invitación al retador de Netanyahu en las elecciones de marzo, Benny Gantz”, escribió Matt Stieb, colaborador de la New York Magazine.

La falta de inclusión de líderes palestinos en la mesa de negociaciones vaticina grandes líos para la implementación de un acuerdo. “Trump no está haciendo esto para ayudarnos, sino para ayudar a su amigo Netanyahu”, recriminó Mahmoud al-Aloulm, vicepresidente del gobernante Partido Fatah de Palestina. Los líderes de palestina han rechazado las posiciones y también las invitaciones del gobierno Trump desde que este reconoció a Jerusalén como capital israelí en 2018

“Preservar la posibilidad realista de una solución de dos estados es una prioridad estratégica para los Estados Unidos. Si Israel retiene el control permanente de toda Cisjordania y su población palestina, perdiendo la oportunidad de encontrar una manera de separarse de los palestinos, su carácter judío y democrático estará en riesgo. Israel se desplazará lentamente, constantemente hacia convertirse en un estado binacional. Eso es algo que el primer ministro Netanyahu me dijo muchas veces que quería evitar”, explica Daniel B. Shapiro es miembro distinguido visitante en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv, “si Estados Unidos e Israel implementan el plan Trump sin un acuerdo con los palestinos, no representará el fin del conflicto, sino su perpetuación en una nueva forma”, concluye.

Sin embargo, este no es el único problema que debe tener en cuenta Israel. Como explica Shapiro “mientras los israelíes se preparan para responder a la propuesta de Trump, deben tener en cuenta lo siguiente: ningún presidente demócrata elegido en 2020 se apegará a este plan, ni apoyarán la anexión unilateral. Ahora, algunos dirán que esa es una razón más para moverse rápidamente para aprovechar la oportunidad que Trump presenta. Si Trump sobrevive a la acusación y es reelegido, no habrá dificultades para continuar con este plan desde el comienzo de su segundo mandato. Pero si Trump pierde, adoptar este plan ahora, o proceder con la anexión unilateral, prepara a Israel para un choque inmediato con la próxima administración estadounidense cuando deja en claro que no está obligado por estos términos”, reflexiona Shapiro.