Deportes tales como el fútbol reúne pasiones y tradiciones en las familias, ya sean los colores que se siguen, la educación de cada generación o la vocación que cada uno de los nuevos integrantes debe hacer. Como existen familias de abogados, médicos o músicos, también hay dinastías en el fútbol. Diego Forlán, exdelantero de Peñarol de Uruguay, Atlético de Madrid, Inter de Milán  y la selección de fútbol charrúa, tiene una tradición de futbolistas en su familia. Su padre, Pablo , defensor del cuadro carbonero de Montevideo en la década de los 60, y su abuelo, Juan Carlos Corazzo, volante histórico de Independiente de Avellaneda en la década de los 30’s. 

Otra dinastía de grandes jugadores es la de los Maldini, dinastía que se extendió a su tercera generación el 2 de febrero cuando Daniel Maldini debutó con el Milan en la jornada 22 de la Serie A italiana. Su padre, Paolo, fue una estrella en el cuadro rossonero al igual que su abuelo, Cesare. El menor de todos tiene una gran responsabilidad portando ese apellido, pero eso mismo es lo que entusiasma a cualquier aficionado de este deporte que puede ser una futura estrella.

Cesare Maldini, quien comenzó esta dinastía, nació el 5 de febrero de 1932 en Trieste, una ciudad situada al norte de Italia y hace frontera con Eslovenia. En el equipo de su ciudad, el U.S. Trieste debutó el 24 de mayo de 1953 frente al Palermo. El encuentro terminó 0-0. Al año siguiente pasaría al Milan, equipo en el que se convertiría en leyenda. Allí disputaría 412 partidos en 12 años y marcó tres goles.

En esa etapa consiguió cuatro ‘scudettos’ y una Copa de Europa, la primera de un equipo italiano en la historia en 1963 cuando vencieron al Benfica de Eusebio. Junto a Giovanni Trapattoni y Gianni Rivera, conformaron uno de los equipos más grandes de la historia del fútbol y marcaron una época en los 60’s.

En 1966, Maldini se despidió del cuadro rossonero y jugó su último año como futbolista profesional en el Torino. El 28 de mayo de 1967, Cesare Maldini jugó su último partido frente al Napoli, su equipo cayó por 2-1. Con la selección nacional jugó 14 partidos entre 1960 y 1963. Participó en el Mundial de Chile 1962 en el que Italia fue eliminada en fase de grupos por el cuadro local y Alemania. De igual forma, fue nombrado entre el equipo ideal del certamen por su gran presentación. 

Su carrera en los banquillos comenzó en 10970 cuando se convirtió en el asistente técnico de Nereo Rocco, quien fue su entrenador durante varios años en el Milan. En 1972 asumió como entrenador en jefe y consiguió los títulos de coppa Italia y Recopa Europea en 1973. El siguiente año fue despedido por los malos resultados y fue reemplazado por su excompañero, Trapattoni.

Luego pasó por equipos en su país como el Foggia, Ternana y Parma, hasta 1980 cuando asumió como entrenador de la selección sub 21 de la ‘azzurri’ hasta 1996 y ayudando en el equipo de mayores como asistente hasta 1986. Luego volvería al Milan en 2001 y terminaría su carrera como técnico de Paraguay hasta 2002.

El hijo de Cesare, Paolo, entró a la escuela formativa del equipo de su padre desde 1978 cuando tenía 10 años. Hizo todo el proceso en las fuerzas básicas del Milan y debutó como profesional en 1985. Se desempeñó como lateral izquierdo y como defensor central a lo largo de su vida deportiva en la que disputó 902 partidos con el cuadro rossonero y marcó 11 goles. En 1997 reemplazó a Franco Baresi como capitán del equipo hasta su retiro en 2009. Con el cuadro milanista consiguió 26 títulos en los que se destacan cinco Champions League, siete títulos de la liga local, dos Copas Intercontinentales y un Mundial de Clubes. 

Tras su retiro, el club decidió retirar el dorsal que Paolo usaba, el ‘3’, y solamente volvería a portarlo uno de sus hijos cuando hiciera parte del primer equipo. “Esa camiseta espera solo a Los Maldini, es una cosa de familia”, aseguró el entonces presidente del club, Adriano Galliani.

El 2 de febrero de 2020, el segundo hijo de Paolo, Daniel, debutó como profesional con la camiseta 98 en reemplazo del español Samu Castillejo en el partido de la fecha 22 de la Serie A frente al Hellas Verona. El entrenador actual del club Stefano Pioli decidió darle unos pocos minutos al mediocampista ofensivo, por esto tuvo poco contacto con el balón y no pudo mostrar su nivel.