En una de las mayores concentraciones de católicos en España, Benedicto XVI pidió ayer a los jóvenes reunidos en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud que «no tengan miedo, ni complejos» de proclamar lo que son, pero les advirtió que «no se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia».

Ante unos dos millones de personas, según fuentes de la organización y del Vaticano, el Papa Ratzinger clausuró en la base aérea de Cuatro Vientos el XXVI encuentro mundial de jóvenes católicos, a los que exhortó a divulgar el evangelio «incluso allí donde hay rechazo o indiferencia».

»Sed testigos valientes y sin complejos. No tengáis miedo de ser católicos, dando siempre testimonio de ello a vuestro alrededor con sencillez y sinceridad. Que la Iglesia halle en vosotros a los misioneros gozosos del Evangelio», dijo el Papa Ratzinger al final de una solemne ceremonia en la que lució el sol, tras la fuerte tormenta y vendaval que deslució la vigilia de la noche del sábado.

Esa tormenta, que obligó al Papa a renunciar a leer todo su discurso y refugiarse entre paraguas, dañó las 17 capillas donde se custodiaban las 600.000 hostias que se iban a dar ayer en comunión, que no pudo celebrarse al quedar inservibles.

»El Santo Padre lo siente profundamente», dijo a Efe el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Al comienzo de la misa, Benedicto XVI agradeció a los jóvenes su «esfuerzo y resistencia» durante la vigilia, y el «gran sacrificio» que mostraron, pues mientras diluviaba y el viento azotaba con fuerza, los jóvenes siguieron cantando y animándole.

En una homilía en la que exhortó también a los jóvenes europeos a ayudar a Europa a «encontrar» sus raíces cristianas, el Papa les advirtió que no se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia.

»Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se le puede seguir en solitario», aseguró.