La Secretaria de Salud y Servicios Humanos Kathleen Sebelius solicitó una revisión de la política sobre trasplantes de pulmón ahora que una niña de Pennsylvania de 10 años de edad, cuyos padres dicen que se le negó una cirugía que le salvaría la vida a causa de su edad, continúa hospitalizada y conectada a un ventilador.

Sebelius envió el viernes una carta a la Red de Búsqueda de Órganos y Trasplantes para pedirle que revise la política de asignación de pulmones. La agencia sin fines de lucro trabaja bajo contrato con el gobierno federal y también con la Red Unida para Compartir Órganos, que gestiona el sistema de trasplantes.

Sebelius pidió que se haga una revisión «transparente y deliberativa» tan pronto como sea posible «con el propósito de identificar mejoras potenciales a esta política que harían que haya más trasplantes disponibles para los niños» en consonancia con los objetivos de equidad y mejor uso de los órganos.

Dijo que la disparidad entre los donantes y los niños en espera de trasplantes es «especialmente marcada». El año pasado sólo se efectuaron 20 trasplantes de pulmón que involucraron órganos de donantes de hasta 11 años. También dijo que solicitó a las autoridades federales «considerar nuevos enfoques para la promoción de la donación de órganos pediátricos y adolescentes».

Los padres de Sarah Murnaghan dicen que la niña de Newtown Square tiene fibrosis quística en fase terminal y que no ha podido dejar el Hospital Infantil de Filadelfia durante tres meses porque necesita un ventilador para respirar.

Dicen que ha estado a la espera de un trasplante de un donante pediátrico y que también es elegible para un pulmón de un donante adulto. Sin embargo, de conformidad con la política existente, a todos los adultos de la región con su tipo de sangre se les ofrecerían los pulmones primero, dicen sus padres, incluso a aquellos que tienen una condición más estable y menos severa. Los padres de la niña pidieron un cambio en la política luego de que su apelación fue denegada.