El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este miércoles que el grupo Estado Islámico (EI) sería vencido en cuestión de horas, mientras desplegaba imágenes que mostraban la disminución de la presencia de los yihadistas en Irak y Siria. Además, afirmó que las fuerzas estadounidenses ocasionaron bajas significativas en el campo de batalla el mes pasado.

En varias ocasiones anteriores, el mandatario había señalado la inminente desaparición del grupo, aunque el EI aún tiene que ondear la bandera blanca de la rendición.

En un mapa exhibido por Trump a periodistas en Washington y luego otra vez en un mitin con trabajadores en Lima, Ohio, se evidenciaba cómo el territorio del EI marcado en rojo se extiendía sobre grandes áreas. Después, en un segundo mapa, aseguró que la organización yihadista está a punto de ser eliminada.

«No hay rojo. De hecho, hay un lugar pequeño que desaparecerá esta noche», aseguró en la Casa Blanca.

Más tarde, en Ohio, Trump volvió a usar sus mapas para resaltar los logros militares contra los yihadistas.

«Cuando asumí la presidencia era un desastre, estaban por todos lados, en todo Siria e Irak», dijo haciendo referencia al Estado Islámico.

Los combates continuaron el miércoles en Baghuz, Siria, donde los yihadistas se encuentran rodeados por una coalición de kurdos y sirios, entre otros, liderada por Estados Unidos.

Trump afirmó que en el último mes las fuerzas estadounidenses «mataron a los terroristas responsables del ataque en Siria que dejó cuatro estadounidenses muertos».

El martes, una fuerza respaldada por Estados Unidos en Siria dijo que arrestó a los yihadistas sospechosos de estar involucrados en el ataque de enero, el más letal para las tropas estadounidenses desde que se desplegaron en el país en 2014.

Trump también afirmó que las fuerzas estadounidenses habían matado a quienes atacaron el teatro Bataclan en París en 2015, y a quienes organizaron el bombardeo del USS Cole en el 2000, que dejó 17 muertos estadounidenses.

«Los matamos a todos», dijo Trump. «Los matamos a todos».

En enero, el ejército estadounidense dijo que se creía que Jamal al Badawi, de Al Qaeda y considerado el cerebro del atentado de 2000 contra el USS Cole, murió en un ataque en Yemen.