El gobierno chino está cometiendo crímenes de lesa humanidad contra uigures y otros musulmanes turcos en la región noroeste de Xinjiang, dijo Human Rights Watch en un informe publicado este lunes. “El liderazgo chino es responsable de políticas generalizadas y sistemáticas de detención masiva, tortura y persecución cultural, entre otros delitos”, se lee en informe de la organización.

Pekín ha encarcelado a más de un millón de miembros del principal grupo étnico en la región occidental de Xinjiang y mantiene a millones más bajo un estricto sistema de vigilancia y controles, según el informe de HRW y la Clínica de Derechos Humanos y Resolución de Conflictos de la Facultad de Derecho de Stanford. “El objetivo aparente del gobierno chino al crear los campamentos es la eliminación de la cultura y religión musulmanas túrquicos”, subrayó, especificando las etnias uigures, kazajos, kirguises y otros grupos asentados en Xinjiang.

La Región Autónoma Uigur de Xinjiang, ubicada en el noroeste de China, es la única región del país con una población mayoritariamente musulmana. Los uigures, kazajos, kirguisos y otras comunidades de la región son étnicamente turcos. Según el censo de 2010, los uigures constituían el 46 % y los kazajos el 7 % de la población de Xinjiang, según datos citados por HRW.

“Hasta un millón de personas han sido detenidas arbitrariamente en 300 a 400 instalaciones, que incluyen campos de “educación política”, centros de detención preventiva y cárceles. Los tribunales han dictado duras penas de prisión sin el debido proceso, condenando a los musulmanes turcos a años de prisión simplemente por enviar una grabación religiosa islámica a un miembro de la familia o descargar libros electrónicos en uigur” advierte la organización.

Las políticas en curso violan el Estatuto de Roma de 1998 de la Corte Penal Internacional (CPI), que dice que los ataques generalizados o sistemáticos contra una población civil son un crimen, según el informe de HRW. La entidad culpó al gobierno chino de encarcelamiento ilegal, tortura y asesinato de uigures, y de políticas dedicadas al trabajo forzado y violencia sexual en su contra.

HRW afirmó además que el maltrato de los uigures por parte de Pekín se remonta a más de dos décadas, pero dijo que se han intensificado desde 2013 bajo el mandato del presidente chino Xi Jinping. Impulsado por el nacionalismo y la islamofobia, el gobierno de Xi quiere asimilar a las comunidades musulmanas, según el informe.

Esta foto tomada el 30 de mayo de 2019 muestra torres de vigilancia en una instalación de alta seguridad cerca de lo que se cree que es un campo de reeducación donde están detenidas en su mayoría minorías étnicas musulmanas, en las afueras de Hotan, en la región noroeste de Xinjiang de China / AFP
Esta foto tomada el 30 de mayo de 2019 muestra torres de vigilancia en una instalación de alta seguridad cerca de lo que se cree que es un campo de reeducación donde están detenidas en su mayoría minorías étnicas musulmanas, en las afueras de Hotan, en la región noroeste de Xinjiang de China / AFP / GREG BAKER

La organización y los investigadores de Stanford no fueron tan lejos como para acusar a Pekín de genocidio en Xinjiang, una denuncia que sí hicieron el gobierno estadounidense, así como los parlamentos de Bélgica, Canadá y Holanda, y otros grupos de derechos humanos.