El presidente en ejercicio de Bolivia, Álvaro García Linera garantizó que el Departamento Estadounidense Antidroga (DEA) no volverá al país a pesar de la firma del “Convenio Marco de Relaciones Bilaterales de Mutuo Respeto” rubricado entre Bolivia y Estados Unidos, que posibilita a ambos Estados retomar las relaciones que se vieron quebrantadas desde septiembre de 2008.

García Linera afirmó que la lucha contra el tráfico de drogas será desarrollado por los organismos del Estado boliviano y con recursos propios pero también afirmó que se buscará la cooperación de países latinoamericanos mediante un mecanismo de inteligencia continental. 

“Volvemos a reafirmar; la DEA no va regresar a Bolivia, no la necesitamos, no necesitamos un organismo de carácter policiaco-político en nuestro país.  Con dificultades, pero cada vez con mayor solidez nuestra policía nacional, nuestros servicios de inteligencia y nuestra fuerzas armadas están implementando operativos de lucha contra el narcotráfico”, afirmó la autoridad en conferencia de prensa.

García Linera calificó a la DEA como un  “mecanismo de chantaje político y policial” que utiliza la información que llega a obtener en función a sus cálculos políticos.

De acuerdo con el vicepresidente, el documento firmado entre Bolivia y Estado Unidos reafirma la soberanía y dignidad del estado boliviano y establece que toda colaboración entra ambos países  será de “Estado a Estado”.