Cientos de cubanos se lanzaron a las calles el domingo al grito de “comida y corriente”, tras un difícil fin de semana por los largos apagones que afectan a todo el país y que en esa provincia duran hasta 13 horas al día.

“Varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en su cuenta de la red social X y advirtió que “este contexto se intenta aprovechar por los enemigos de la Revolución, con fines desestabilizadores”.

Desde media tarde, las plataformas sociales se llenaron de imágenes de la protesta en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante del país con 510.000 habitantes en este de la isla. También publicaron imágenes de protestas en la ciudad de Bayamo, en la vecina provincia de Granma.

“La gente gritaba ‘comida y corriente’”, narró el hombre, que dijo que llegó a la concentración la primera secretaria del Partido Comunista en la provincia, Beatriz Johnson Urrutia.

¿Qué está pasando en Cuba?

Cuba lleva más de tres años sumida en una grave crisis económica con escasez de básicos (alimentos, combustible y medicinas), inflación galopante, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización, lo que ha provocado una migración sin precedentes y un fuerte descontento social.

Los apagones se han agravado en los dos últimos meses por las averías de las obsoletas centrales de factura soviética y falta de combustible, con tasas de déficit de hasta el 45 % en los momentos de mayor demanda. Los cortes suman más de 10 horas al día en muchas provincias del país.

La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores endógenos en política económica y monetaria han agravado en los últimos tres años los problemas estructurales del sistema cubano.

Cuba corta el internet y dice que protestas vienen del extranjero

Varias personas confirmaron a la AFP que el servicio de internet de datos para celulares fue suspendido en Santiago de Cuba el domingo.

“Se tiraron a la calle por la necesidad que tiene el santiaguero, la cantidad de horas que nos quitan la corriente, la comida, todo caro y el bajo salario que le pagan al cubano”, dijo a la AFP por teléfono una manicurista, de 28 años, que también pide guardar el anonimato y que vive en otro barrio de Santiago.

Sobre las protestas, Díaz-Canel aseguró que hay “terroristas radicados en EE. UU., que hemos denunciado en reiteradas ocasiones, incentivan acciones contra el orden interior del país”, refiriéndose a la activa presencia que tienen en las redes sociales cubanos disidentes en el exterior.

Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Cuba pidió en su cuenta de X al gobierno cubano que “respete los derechos humanos de los manifestantes” y dijo tener conocimiento de lo que pasó en Santiago de Cuba y en Bayamo.

El canciller cubano Bruno Rodríguez instó poco más tarde a Washington a “abstenerse de interferir en los asuntos internos del país y de incitar al desorden social”, dijo en X.

Desde principios de marzo, Cuba enfrenta una nueva racha de cortes por los trabajos de mantenimiento que se realizan a la planta termoeléctrica Antonio Güiteras, la más importante de la isla y ubicada en la central provincia de Matanzas. Está previsto que el 18 de marzo entre en funcionamiento.

Este fin de semana, el problema se agudizó por la escasez de combustible que hay en el país, necesario para alimentar las demás termoeléctricas.

Las autoridades cubanas informaron el sábado que el país estaba “afectado completamente” por los apagones, incluida la capital, sin llegar a un corte de energía generalizado.

Soluciones para Cuba

“Hay regiones que las madrugadas enteras están en apagón y prácticamente todo el día y prácticamente en todo el país”, dijo el sábado por la noche, a la televisión estatal, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.

Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, expresó vía telefónica que “ojalá que las soluciones surjan”.

Confirmó que la situación por los apagones “está muy difícil” en esa ciudad e hizo votos porque “todo el mundo pueda vivir su vida con más serenidad y tranquilidad”.

En 2023, la isla se había recuperado de los cotidianos apagones que experimentó casi todo el año anterior y que provocaron brotes de protesta social en la isla. La de este domingo es la mayor ocurrida desde entonces.

El 11 de julio de 2021, miles de cubanos salieron en unas 50 localidades al grito de “Libertad” y “tenemos hambre”. Cientos de manifestantes fueron condenados hasta con 25 años de cárcel, y voces disidentes de artistas e intelectuales optaron por el exilio.